Toda empresa nace con una idea. Todos los proyectos de emprendedores tienen como base una idea fantástica que aparentemente resuelve una problemática y puede tener una importante aceptación por los futuros clientes.
Por este motivo queremos aprovechar este post para compartir algunos consejos de cómo se puede definir una idea de negocio.
La idea de negocio suele centrarse en un producto o servicio de interés para un mercado o segmento de clientes y que proporcionará los ingresos, dependiendo del modelo de negocio, a la futura empresa.
Las ideas surgen de manera espontánea, fruto de la observación en la mayoría de los casos. Sin embargo es la capacidad de ejecución y de implementación con éxito y reconocimiento de los clientes lo que es realmente difícil conseguir.
Para definir una idea de negocio lo recomendable es hacerlo de manera breve, concisa y si es apoyado con un formato gráfico y ejemplos prácticos, mejor.
No por mucho escribir una descripción densa y cargada de “jerga técnica” es mas valiosa. Al contrario; tus colaboradores, clientes e inversores perderán interés si no les “enganchas” rápido.
Una vez la idea esta bien definida es aconsejable trabajar las respuestas a las siguientes cuestiones:
- ¿Qué estás vendiendo?
- ¿Cuál es el beneficio que aporta tu producto o servicio a tus clientes?
- ¿Ofreces varios productos o servicios? Defínelos correctamente, precio incluido.
- ¿Cuál es tu propuesta de valor vs. tus competidores?
Por simple que puedan parecer estas cuestiones son la base para garantizar un emprendimiento viable y de éxito.