Comalatech: cómo ser una empresa canadiense y tener tu CEO en España

Estamos encantados con las personas que forman nuestra Comunidad Cink Coworking.
Hacía tiempo que no os hablábamos de nuestros coworkers y era hora de volver a presentaros a personas que dan vida a nuestros espacios de coworking.

En esta ocasión, hemos tenido la oportunidad de hablar con David Bonilla, CEO de Comalatech, una empresa canadiense que desarrolla aplicaciones empresariales, y que se ubica en nuestro coworking de Paseo de la Castellana. Además, Bonilla tiene un proyecto personal, Bonillaware, al que se dedica en su tiempo libre sin dejar su lado más emprendedor.

Bonilla nos explica en esta entrevista cómo terminó trabajando para una empresa ubicada en Canadá, a qué se dedican y cuáles son los retos que tienen de cara al futuro.

1. Comalatech es una empresa canadiense que desarrolla aplicaciones empresariales. ¿Cómo surgió la idea de trabajar en remoto con ella?
Comalatech es una empresa que trabaja en remoto desde que se fundó, hace diez años, así que mi incorporación fue bastante natural. Conocía a Roberto, el fundador y propietario, y a la mayoría de la plantilla desde hacía muchos años. De vez en cuando me preguntaba si me gustaría ir a trabajar con ellos, pero siempre andaba liado en algún otro proyecto. Hasta la última vez que me llamó… y aquí estamos.

2. ¿Cómo funciona Comalatech desde que un cliente contacta con vosotros hasta el final del proceso?
Vendemos software de forma transaccional en el Marketplace de Atlassian (para que todo el mundo lo entienda, como una AppStore de aplicaciones empresariales) así que, no tenemos fuerza de ventas como tal y a nuestros clientes les da igual dónde hemos alojado nuestros servidores o dónde estamos trabajando físicamente. Lo único que les importa es que les demos un buen soporte –en inglés- para resolver sus dudas y problemas, no sólo cuando han comprado sino también antes, cuando aún están evaluando nuestros productos.

3. ¿Quiénes formáis el equipo de Comalatech? 
Somos 20 personas distribuidas por medio mundo, pero principalmente en Canadá y España. Hasta ahora, todos los perfiles son seniors -gente con muchos tiros pegaos y autonomía suficiente para tirar hacia delante, a pesar de no contar con supervisión directa- pero estamos pensando en empezar a incorporar gente más junior. En España tenemos a prácticamente todo el equipo técnico. El nivel de los desarrolladores españoles no tiene nada que envidiar a lo que te encuentras en otras partes del mundo.

4. ¿Cómo conseguisteis captar el primer cliente en España?
Probablemente él nos encontró a nosotros, descargó alguno de nuestros productos, lo evaluó y lo compró sin que tuviéramos ninguna interactuación. Es la “magia” de la venta de producto, al contrario que en el sector servicios, disfrutamos de un proceso con mucha menos fricción. Si te puedo decir que entre nuestros clientes en España están casi todas las grandes empresas del IBEX35.

5. ¿En qué momento se encuentra la empresa en la actualidad?
Comalatech ha sido una empresa rentable desde que nació y lo sigue siendo, sin haber recibido ninguna inversión externa. Ahora mismo nos encontramos en un momento muy interesante porque con un equipo de 20 personas que no deja de aumentar, hay procesos que hasta ahora funcionaban y que tenemos que cambiar para poder seguir creciendo como compañía.

6. ¿Tenéis un nuevo reto en mente a medio largo plazo?
A medio plazo, nos gustaría ofrecer un conjunto de servicios añadidos para nuestros clientes más grandes. Esas empresas que necesitan software de alta disponibilidad, un soporte 24/7 que resuelva todos sus problemas con la mayor rapidez y, además, ofrezca formación para todos sus empleados. Montar la infraestructura necesaria para poder proporcionar todos esos servicios está siendo un reto apasionante.

7. Además de Comalatech, tienes tu propio proyecto llamado Bonillaware. ¿Qué ha significado para ti?
Bonillaware es la SLU que creé para tener una estructura legal, un contenedor para todas las locuras que se me van ocurriendo. Desde montar la Tarugoconf, el evento al que siempre quise ir, hasta vender empanadas gallegas por por Internet.

8. Hace un mes se celebró el último evento de Tarugoconf. ¿Cómo surgió esta iniciativa?
Como así todo en mi carrera profesional, porque alguien me dijo que no me atrevería a hacerlo. La idea era celebrar de alguna manera los primeros 5.000 suscriptores de la Bonilista celebrando el evento al que siempre me hubiera gustado asistir. Al principio, pensaba que todo quedaría en una cena -más o menos grande- entre colegas, pero se nos fue de las manos y acabó convirtiéndose en esta locura.

9. ¿Qué ha supuesto para ti volver a trabajar por cuenta ajena?
Mucha paz de espíritu. Duermo mucho mejor, no sólo porque se que al final del mes cobraré mi nómina sino, sobre todo, porque no tengo la responsabilidad de pagar la de nadie más 🙂

10. ¿Cómo compaginas tu proyecto con Comalatech? 
Estoy dedicado al 100% a Comalatech, así que, todos mis proyectos personales tienen que salir de mi tiempo libre. Si no fuera por el apoyo de mi familia y amigos, sería imposible.

11. ¿Qué supone para Comalatech estar en nuestro espacio de Coworking?
La flexibilidad de poder crecer o transformarnos por completo sin ninguna restricción logística que nos lo impida. Más allá de un espacio físico, Cink Coworking nos proporciona una serie de servicios añadidos (conexión a Internet, impresoras, recepción y almacenaje de paquetería) que sería un “infierno” tener que gestionar directamente.
Hay 1000 espacios de coworking y, la verdad, todos ofrecéis prácticamente lo mismo, así que para mí lo hace a Cink Coworking diferente es su ubicación -en plena Castellana y entre Plaza de Castilla y Cuzco- y el trato personal. Todo el mundo se desvive para que podamos trabajar a gusto… y lo consiguen.

12. ¿Qué consejo le darías a una empresa que esté en un punto parecido al de Comalatech?
Si -como es nuestro caso- son una empresa que trabaja 100% en remoto, un espacio de coworking no sólo les proporcionará un sitio donde reunirse con potenciales clientes y proveedores, sino también la posibilidad de tener un espacio físico para desarrollar su actividad profesional. Para mí, con dos niños pequeños, trabajar en casa no era una opción viable.

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