Con el paso de los años, las expectativas laborales de los trabajadores han ido evolucionando y cambiando en cuanto sus prioridades. Y es que anteriormente, los aspectos que más se consideraban a la hora de aceptar un puesto laboral eran el salario y la seguridad. Hoy en día, los profesionales ponen en más valor otros beneficios. Uno de ellos, y de los más importantes, es la opción del trabajo flexible, ya que les permite mantener una mejor armonía entre su vida laboral y personal.
En consecuencia, muchos empresarios han notado que este requerimiento contribuye a fomentar la retención del talento, que es a su vez uno de los mayores desafíos para cualquier empresa, y han optado por ofrecer al trabajador este tipo de condiciones que suponen un beneficio para ambas partes siempre y cuando se establezca y ejecute de un modo apropiado.
Pero ¿a qué nos referimos en concreto cuando hablamos de trabajo flexible?
¿Qué es la flexibilidad laboral?
Cuando hablamos de flexibilidad laboral nos referimos a la mediación que existe entre la empresa y el trabajador sobre ciertas condiciones para el desarrollo de un puesto de trabajo. Se trata de brindarle la opción al trabajador de organizarse, que diseñe su jornada laboral y la franja horaria en la que puede desempeñar sus funciones, teniendo siempre en cuenta las necesidades, prioridades y tareas a desempeñar del puesto.
La flexibilidad laboral se ha convertido en el recurso más utilizado y adoptado por las empresas a nivel mundial que trabajan en pro del salario emocional, donde se apuesta por el bienestar de las personas, la satisfacción en la empresa, en su puesto de trabajo y en el desempeño de sus tareas, esto se traduce en ofrecer retribuciones de carácter no económico que mejoren la calidad de vida y la conciliación.
Cabe destacar que los límites de la flexibilidad laboral siempre vienen marcados por las necesidades de la empresa y del cargo que se desempeña. En ocasiones, como por ejemplo en puestos de atención al público, el trabajador estará ligado a un horario y una ubicación, y quizás la flexibilidad deba ofrecerse en otro tipo de acciones por parte de la empresa. Normalmente esto aplica en mayor medida a actividades empresariales enfocadas en la consecución de objetivos. El trabajo flexible ofrece una oportunidad de autogestión, que se traduce en el aliado del trabajador; el cual debe regirse a ello para lograr cumplir con los objetivos establecidos.
Modalidades de trabajo flexible
Existen diversas tipologías aplicables sobre el trabajo flexible en las empresas:
- Teletrabajo: Se desarrolla alejado de la sede empresarial de manera remota haciendo uso de sistemas informáticos y telemáticos que permitan mantener el contacto mediante reuniones.
- Horario flexible: Comprende la posibilidad de fijar franjas horarias de entrada y salida que convengan a la situación del trabajador, accediendo a iniciar y finalizar su jornada cuando lo deseen.
- Modelo híbrido: Fusiona la posibilidad de acudir a la oficina y realizar el trabajo en remoto siempre de acuerdo con el equipo y sus superiores.
Por qué el trabajo flexible es un beneficio también para las empresas
La flexibilidad laboral no solo aporta beneficios para los empleados sino también para las empresas.
- Rentabilidad y sostenibilidad: Reducir los traslados supone un ahorro de costes para la empresa y los trabajadores, además de contribuir con el medio ambiente.
- Mayor productividad: Permitirle al empleado conciliar su vida laboral y personal ayudándose a planificarse, por lo que trabaja mejor y por ende es más productivo.
- Disminuye el absentismo laboral: Reducirá las ausencias y evasivas a tareas diarias por circunstancias personales.
- Atracción y retención de talento: Una flexibilidad laboral sin duda acabará con la batalla de la búsqueda de profesionales cualificados, ya que estos suelen ser mucho más selectivos y atrayentes hacia los modelos más innovadores y flexibles.
La flexibilidad laboral en el panorama actual
Para nadie es un secreto que las empresas se encuentran en constante innovación, adaptándose a las novedades del día a día. Y para ello requieren la implementación de modelos flexibles para poder captar los perfiles profesionales que tanto desean. Ya que los jóvenes de la actualidad (la llamada generación Z y los Millenials) no solo busca, sino quiere trabajar de manera flexible, desde casa, la oficina, la cafetería, desde el centro de negocios cerca de su residencia, e incluso desde el resort de vacaciones.
Es por ello por lo que las empresas se han visto en la obligación de adaptar su metodología de trabajo y dotarse de los medios tecnológicos necesarios para afrontar estas nuevas fórmulas laborales. Promover la autogestión de los equipos y la responsabilidad es clave para poder alcanzar los objetivos de la empresa en métricas y roles que se adapten al trabajo flexible.
Hoy en día este aspecto sobrepasa el clásico hábito del presencialismo, que en ocasiones no priorizaba las habilidades y competencias del trabajador, sino que anteriormente se premiaba el mayor número de horas en la oficina en vez de la productividad del empleado durante su jornada.
El coworking y la flexibilidad laboral
Todos los cambios que han sufrido las metodologías de trabajo en las empresas han traído como consecuencia la transformación de los espacios de oficinas y las relaciones laborales, así como un abanico de desafíos a los que éstas han tenido que enfrentarse.
Es allí, donde el coworking ha surgido como la oportunidad de oro, siendo una ineludible alternativa para los espacios de oficinas tradicionales. Este contexto ha dejado en evidencia las posibilidades de reducir espacio y costes de oficina sin que ello afecte la productividad empresarial.
Con una distribución polivalente y versátil los espacios de coworking hacen posible el desarrollo de cualquier actividad, brindando la opción de trabajar en un lugar con todos los servicios incluidos, lo que se traduce en simplificación de gestiones para la puesta en marcha de una empresa y además promueve el networking, incrementa los contactos y las sinergias con otras organizaciones.
Ya no es viable para algunas empresas asumir todos los costes que implica el alquiler de un local, aceptar un contrato por un largo periodo de tiempo y exigir a una plantilla de empleados 40 horas a la semana en una oficina; si existe la posibilidad de ahorrar costes y brindarle al trabajador la flexibilidad necesaria para el equilibrio y armonía de su vida personal y profesional.
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